Sabemos cuáles son las emociones básicas pero… ¿sabemos identificarlas en nosotros mismos?
Actualmente la inteligencia emocional es un tema que se está dando a conocer cada vez más y es que ser inteligente no hace referencia solo a nuestro grado de sabiduría para las matemáticas, las ciencias, el lenguaje y otras áreas de conocimiento sino que también existe la inteligencia emocional.
Muchas veces nos dicen: “¡Tienes que aprender a gestionar mejor tus emociones!” Y claro eso es muy fácil decirlo pero ¿es igual de fácil hacerlo? Pues el primer paso para aprender a gestionar nuestras emociones y sentimientos es conocerlos, saber cómo se manifiestan en nosotros mismos y cómo reaccionamos cuando estamos gobernados por alguna emoción.
La película “Inside Out” (Del revés) nos ha enseñado a niños y mayores la importancia de las emociones básicas:
– Alegría: La alegría es una emoción positiva, cuando estamos dominados por ella nos sentimos muy bien, con mucha energía, ganas de reír y pasarlo bien e incluso nuestra memoria guarda aquellos recuerdos positivos antes que los negativos. Cuando sentimos alegría nuestra sonrisa se dibuja en la cara.
– Tristeza: La tristeza es una emoción que cuando está en nosotros nos hace sentirnos un poco mal, en algunas personas aparece la apatía (no tener ganas de hacer nada) e incluso puede dar ganas de llorar. Nadie quiere experimentarla pero es necesaria en nuestra vida por ejemplo para superar una pérdida.
– Ira: La ira es una emoción que funciona muy rápidamente por eso es necesario identificarla en nosotros. Cuando la ira está en nosotros nos sentimos como si fuésemos a estallar, nos hace decir cosas que no queremos, ya que nuestro cerebro pensante se desactiva (decimos las cosas sin pensar), y nos ayuda a actuar. Cuando nos enfadamos fruncimos el ceño y nos ponemos rojos ¡el famoso rojo de ira!
– Miedo: El miedo existe en nosotros para protegernos de los peligros de la vida. Cuando estamos dominados por el miedo podemos sentir en el cuerpo temblores y ganas de salir corriendo, ya que nos prepara para huir de las situaciones peligrosas con las que nos encontremos. Cuando tenemos miedo nuestros dientes se aprietan y nuestros músculos se tensan.
– Asco: La función del asco también es protegernos de agentes nocivos. Cuando sentimos asco nuestra nariz se arruga y sentimos malestar.
Ahora es el tiempo de conocernos a nosotros mismos y saber cómo se manifiestan las emociones básicas en nosotros mismos, para luego poder gestionarlas de la mejor manera posible.
¡ADELANTE, CONÓCE TUS PROPIAS EMOCIONES!
Verónica García Trujillo – Psicóloga General Sanitaria