¡SUPERAR LAS RABIETAS!

Las rabietas se aprenden de forma ACCIDENTAL. Un niño de dos años, a menudo aprende a saber esperar, a tolerar la frustración, y a aceptar un no por respuesta. Sin embargo, la primera vez que tiene una rabieta todo se borra de su mente y PIERDE EL CONTROL como nunca antes lo había hecho.
En ocasiones, esto sucede de forma tan brusca que a veces el niño/a llega a asustarse.
¿Por qué querría alguien comportarse de ese modo?
Una pequeña parte es el ALIVIO que siente al DESCARGAR TODA LA ENERGÍA de una frustración acumulada, pero el principal motivo es el efecto que produce una rabieta en los adultos: NOS AGOBIAMOS, NOS ASUSTAMOS, perdemos los nervios, nos ponemos rígidos y la mayoría de las veces LE DAMOS LO QUE QUIEREN para evitar que continúen llorando o pataleando.
En ese caso, los niños aprenden que para conseguir algo deseado, la rabieta es el medio más eficaz y rápido de hacerlo.
Sin embargo, si les demostramos que esa actitud les traerá problemas y que NO CONSEGUIRÁN LO QUE QUIEREN, aprenderán que no merece la pena repetir “la función” y poco a poco irán desapareciendo dichas rabietas. Además, les estaremos enseñando a TOLERAR LA FRUSTACIÓN y a que conozcan la importancia de SABER DECIR NO.
¡En psicología con Paula, podemos ayudarte! Pondremos a tu disposición estrategias y técnicas para reducir este comportamiento que tantos quebraderos de cabeza nos dan a los papas.
Las rabietas no necesariamente deben formar parte de la vida de los niños, si se trata adecuadamente la situación, esta etapa desaparecerá rápidamente.

Virginia Pérez Domínguez.

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